
Res.34/0776 "Horizonte posible. Papel del arte para un futuro probable". UNA 2024-2025
Presentación de medio término en las Jornadas del Rectorado de la UNA. Septiembre 2024.
El punto de partida es sobre la base de ser conscientes de nuestra responsabilidad como habitantes de este planeta. Vale decir que estamos en conocimiento de los conflictos con los que convivimos. Mientras nuestros representantes negocian salidas que no parecen resolver nada, otros continúan planificando sus vidas egoístamente.
Desde el campo artístico creemos que podemos aportar propuestas para este tiempo que nos toca vivir. Creemos que el artista puede contribuir a despejar la mirada, aportando nuevas perspectivas que nos ayuden a comprender la actualidad para continuar construyendo nuestro camino en este planeta.
En esta primera etapa nos centramos en la búsqueda de un modelo con el cual trabajar, la enorme cantidad de problemáticas que creemos necesitan respuestas.
HORIZONTES POSIBLES
Los mundos comunes, los mundos posibles
Desde que el hombre habitó el planeta para su supervivencia primero y bienestar más tarde fue desarrollando capacidades y descubriendo herramientas. Para alimentarse y protegerse del otro humano y no humano y del propio entorno, entre sus primeras herramientas se encuentra el habla y la escritura, es decir la comunicación. Todo grupo humano en las distintas latitudes creó códigos particulares, por lo que surgen los inconvenientes de entendimiento en el intercambio al encontrarse fuera de la comunidad. Sin embargo, una paradoja, los grupos humanos se cierran en sí mismos con sus propios modos de comunicación, y por otro está siempre presente la intención de superación de esto, en la búsqueda de un código universal. Es hoy el código binario una de esas herramientas universales que al mismo tiempo arrastra un sinnúmero de beneficios y/o ventajas y desventajas, ya que la cosmovisión de los pueblos se va perdiendo o mezclándose en este afán, a fin de cuentas eso que los hace únicos en cada rincón del planeta.
Pero esa búsqueda de universalidad no incluye encontrar una religión común, o compartir una frontera, o comprender las necesidades de los otros seres vivos e inertes del planeta. Sino por el contrario hay un sinfín de controversias y esto es desde los inicios de la humanidad donde sea que se date la misma, los conflictos, económicos, sociales, políticos de los hombres han conducido este mundo hacia una incertidumbre completa respecto de nuestro futuro. Las guerras ya sean en nombre de un Dios, en nombre de los límites nacionales, en nombre de la posesión de la energía, van dejando un mundo devastado y contaminado, con hambruna, migraciones constantes.
Las herramientas nunca fueron suficientes para lograr un entendimiento ni para protección de sí mismo y de su entorno porque el hombre cuenta con cualidades negativas que generan problemáticas constantes a resolver. En un salto enorme desde el descubrimiento del fuego o la creación a una punta de flecha para cazar, y el mencionado sistema de comunicación de cada espacio tiempo, estamos hoy frente a un acelerado cambio tecnológico que nos ofrece la inteligencia artificial (IA) como flamante herramienta en constante desarrollo para desafiar los inconvenientes que tenemos que enfrentar.
Todos los actores sociales cuentan con la posibilidad de conocimientos diversos y desde sus campos de estudio, buscan las soluciones posibles. Porque todos participamos de todo, aun perteneciendo en nuestro hacer a diferentes campos. Con esta perspectiva desde el campo del arte nos interesa pensar cómo se puede sumar a esta encrucijada del devenir que se presenta catastrófico en cuanto medio ambiente, pero también en las relaciones con el otro, ya desde el propio género, entre las naciones, por los límites, por las múltiples energías como el mayor de los recursos y bienes económicos a futuro por el cual debatir y combatir en guerras desiguales en términos de armamentos. Esto que menciono es solo mero titular en el inmenso mundo de dificultades a resolver. Por ello es que nos proponemos un desafío metodológico para desentrañar cómo encontrar desde el arte posibilidades resolutivas a problemas muy diversos. ¿Cómo puede el arte desde su autonomía (Burger,2010) conseguida desde las vanguardias contribuir en la actualidad a las cuestiones que la sociedad necesita resolver?
¿Qué nos cuentan las esculturas del Museo del mar en la barrera de corales en Australia, o la performance política para la firma de un acuerdo bajo las aguas literalmente, o que el Río Whanganui en Nueva Zelanda ostente la calidad de persona jurídica, o una plantación de trigo frente a las torres de Manhattan? Creo que nos están hablando precisamente de situaciones extraordinarias que requieren un tratamiento como tal. Es decir, si las entidades calificadas para dar solución a las cosas que pasan en nuestro mundo no lo consiguen, otros actores toman las banderas de la participación en asuntos que quizá no se creían dentro de sus competencias y adaptan estrategias, métodos, etc., para conseguir nuevos resultados. Eso es lo que puede hacer el arte, no ve dificultad en “tirarse al agua” para firmar un acuerdo, o en romper barreras y “salir en bolas a la calle” para mostrar como quedan las mujeres por violencia, o “tomar sol en el banco” cuando estos sustrajeron todo su dinero para las vacaciones.
Es cierto que aparece a menudo la duda sobre la efectividad de las acciones artísticas para la resolución de problemas sociales, políticos o económicos. Sin embargo, el arte ha dado sobradas muestras de lo que puede hacer. Los ejemplos son numerosos pero para citar uno me remito a la muestra El Arte Útil, en el Movimiento Inmigrante Internacional, 2011 en Estados Unidos, en la cual la artista cubana Tania Bruguera dice que es una manera de trabajar con experiencias estéticas que se enfocan en la implementación del arte en la sociedad, donde la función del arte ya no es un espacio para señalar problemas sino un lugar desde el cual se crean propuestas y se implementan posibles soluciones.
Con esto el arte se suma a lo que generalmente consideramos como apuestas del arte: concienciar sobre problemas globales, inspirar cambio y acción, ofrecer perspectivas innovadoras, proporcionar catarsis emocional, una nueva perspectiva, horizontes posibles para un mundo en problemas serios.
De acuerdo a nuestra propuesta, comenzamos a trabajar en busca de una metodología, que surgió de las numerosas conversaciones entre los integrantes del grupo. La idea que cobró fuerza fue la de la artista Amelia Eguía, y al mismo tiempo esta se reforzó con otra idea de la Profesora Anahí Cáceres que data de principio de los años 90. Anahí se centra en la simultaneidad del pensamiento y Amelia en el pensamiento cinestésico. Cada una presentará con detalles su imaginación. La resultante de esta fusión es una grilla o tejido compuesto por una selección de parámetros que constituyen la trama y la urdimbre que constituyen los años (2000 al 2024).
En el devenir la propuesta tiene altibajos los cuales tomamos en beneficio de la investigación, como, por ejemplo, un integrante no puede continuar, y en su reemplazo pensamos en incorporar la IA. Este acto intuitivo, nos está poniendo en aviso de algo fundamental, relacionado con esta herramienta, en lo personal para mi indica que somos nosotros quienes le damos ese poder que por otro lado tememos adquieran las herramientas digitales. Creo que este acto de abandono nos hace responsable de perder nuestro poder de decisiones, estamos delegando, no nos arrebatan nada, sino que cedemos. Solo la educación y formación ideológica puede contrarrestar esto.
Por otro lado, algunos ítems, fueron quedando sin información, por diferentes motivos quizá. Pero fundamentalmente creo que nos está costando completarlos porque dudamos cual es la información correcta que corresponde. Las líneas de Termómetro social, y el de Ideas están quedando vacíos. La pregunta es tal vez identificar bien cuál es el objeto de estos cruces en el tejido que estamos creando.
Termómetro social, el primer término justamente un instrumento de medición de temperatura, y el término social que definido en sentido amplio se refiere a las relaciones que se establecen y mantienen unidos a los miembros de una sociedad. Y cómo encontrar esta información. Si bien todo el relleno del tejido o grilla es muy subjetivo, este aspecto es especialmente subjetivo, salvo, que consideremos, termómetro social estadísticas de lo que sucede en las redes sociales, o en encuestas, con las que por el momento no contamos.
Ideas es el otro término, quizá resulta confuso porque le falta especificación.
Lo que importa para mi es que en este desarrollo de la propuesta se juegan aspectos que quizá no se delimitaron al principio, aunque obviamente estaban implícitos, pero no estrictamente nombrados, y es el carácter que el arte contemporáneo revela en su relación interdisciplinaria. Otros temas anidan en los cimientos de esta búsqueda, como lo es la historia del arte que lo conduce a su autonomía y posterior convivencia con otras teorías y disciplinas en pos de un bien común en la sociedad. Es decir, no como un servidor a otros actores (religiosos o burgueses) sino como en una convivencia con los otros actores para responder en forma conjunta a las necesidades. vale decir, toma una ideología, se involucra con la política, con la economía, en lo social, pero desde su nuevo carácter como digo arriba, el de autónomo, no está al servicio de instituciones, sino que asume nuevos roles desde su nueva jerarquía, utilizando diferentes métodos y desarrollando estrategias adecuadas. De acuerdo a sus diferentes metodologías, va tomando los nombres tales como el arte activista para el cambio social, el arte relacional para crear relaciones y diálogos entre personas y comunidades, el arte participativo para involucrar al espectador en la creación de la obra, el arte performativo en el que utiliza el cuerpo y la acción como medio. Y utiliza estrategias entre otras, la crítica social, denunciando injusticias y desigualdades, mediante la reflexión emocional, expresando sentimientos y experiencias personales, ofreciendo soluciones y esperanza, documentando o registrando la realidad para concienciar.
Quizá también es válido pensar en la efectividad del aporte artístico en relación a la utilidad. En los órdenes político, social, económico, las limitaciones están a la vista, entonces porque no las tendría el arte también. Las limitaciones de cada una de las disciplinas y teorías en el mundo actual, creo que encuentra en la conjunción interdisciplinaria una nueva apuesta al futuro. En esta necesidad interdisciplinaria tiene un papel relevante la inteligencia artificial con su capacidad de contener tanta información, analizarla, y dar una respuesta. Veo una colaboración que representa la suma de todos los actores y todas las disciplinas reunidas. Podemos hablar de un actor más habilitado entre todos los seres vivos a pensar junto con (Haraway) nosotros. Bien, eso es lo que deseamos hacer en nuestro trabajo, incluir la IA como un participante más.
Y bien el gran desafío es cómo de todo este caudal de datos, que al mismo tiempo es reducido ya que solo somos ocho personas (recordemos que un integrante es la IA) introduciendo información, cuál o cuáles serían los parámetros para conectar conjuntos de datos o información a través de esta trama y urdimbre para seleccionar una propuesta y con ella buscar una colaboración para llevarla a cabo. Sin duda pueden surgir muchas, pero cual es la que se debería priorizar cuando el caudal es tan grande, asimismo cuando digo que es reducido. Tal vez es conveniente decir que reducido también implica acá, que pueden no estar presentes todas las ideologías.
No quiero irme todavía del tema de la eficacia de las artes. Artistas, filósofos y científicos consideraron este tema de la efectividad de las ciencias y las artes, y lo pusieron en la mesa, donde hallaron sin dudas un elemento en común entre ambas disciplinas: el azar, lo indeterminado, lo aleatorio, la emergencia, el caos.
Hoy en día el criterio estético está presente en todas las actividades posibles. Por lo que no creo que sea el único criterio que sobresalga actualmente desde el campo del arte en la resolución. Es quizá más desde el lugar de criterios compartidos donde se hace el cruce con otras disciplinas, como la curiosidad, la observación de los problemas como humanidad que no solo quiere esperar que el político de turno arriesgue su mejor carta electoral para hacer frente a las realidades de su mandato, o a las industrias para poner en el mercado un producto que le brinde más dividendos a su empresa. Lo que ha conseguido el arte con su autonomía en los años de las vanguardias, en relación a su finalidad y recepción y dejo de lado el ítem producción tal como lo categoriza Peter Burger (1974/2010) ya que este aspecto tiene otras complejidades dependiendo del interés de cada artista o colectivo artístico, es la posibilidad disruptiva que lo conduce a recorrer caminos diversos, utilizar estrategias y métodos a su libre albedrío, siempre en favor de su curiosidad en tanto involucra información, conocimiento, experiencias nuevas.
Se involucran aquí artistas, científicos, filósofos, académicos en las distintas disciplinas y políticos a la hora de pensar soluciones y/o respuestas. Por separado ninguno puede abarcar el todo que requiere nuestra sociedad contemporánea. Todos en su devenir necesitan un fragmento del conocimiento que es el objeto de estudio en la repartición de las ciencias. Si por un lado para profundizar los conocimientos fue necesario hacer tantísimas reparticiones, salta a la vista que para dar respuesta tienen que volver al origen anterior al reparto, o reconocer la necesidad de la interdisciplinariedad.
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