En el año 21, noviembre, pudimos ingresar hasta la Vieja Costa de El Quebracho, saqué muchísimas fotografías de ese lugar. La imagen de las raíces, sentía que estaban gritando, pero yo quería que ese grito llegue al mundo. Si hay algo que siento que es invasivo, es el sonido. Entonces, por eso es que tuve esa sensación de querer escuchar y transmitir el grito de la tierra. 
     
    Utilicé para esta experiencia algo que había realizado en el período de pandemia. En aquel tiempo de cuarentena ese paisaje natural era mi patio. Para esta propuesta de escucha de la tierra, traje tierra de aquel sitio correntino de tres sectores diferentes y realicé tres figuras geométricas. Mientras permanecieron con humedad los sensores (caseros) de humedad y temperatura registraron datos útiles a los fines propuestos.
       Vinculé los datos obtenidos con los sensores de humedad y temperatura, mediante el protocolo OSC, con Pure Data. El dato se usa como frecuencia portadora y moduladora, para generar una síntesis por frecuencia modulada.